Pseudoescepticismo social:

Social Skepticism is a sponsored activist movement which functions as an integral part of the socially engineered mechanisms attempting to dominate human thought, health, welfare and education. This domination serving as means to an end, towards subjection of all mankind’s value to mandated totalitarian institutions. Institutions which avert legal exposure by abusing skepticism to serve their goals. Ends formulated by a social elite; however, which stand threatened by innate elements of mankind’s being and background.
Quote from the Ethical Skeptic.

martes, 15 de noviembre de 2016

Pederastas y el pseudoescepticismo

En muchos blogs pseudoescépticos he leído que los curas son pedófilos o pederastas, y que por esto la iglesia es malvada. Aunque esto no lo niego, casi no he leído nada de los casos de pederastas en la secta pseudoescéptica. O al menos eso es lo que nos hacen creer. 

James Randi el ilusionista favorito de todo pseudoescéptico que usted pueda conocer, es conocido no por destacar en ninguna rama, como tampoco en el ilusionismo. Es más conocido por su oferta del premio del millón de dolares de su propia fundación educativa ubicada en Florida. Es bien conocido que a sus fans les gusta presumir que la homeopatía no vale para nada porque nadie ha ganado el mentado premio. Salvo que siempre omiten que las reglas del reto han cambiado a lo largo del tiempo y con clausulas cada vez más absurdas. Y que ganar el reto no supone que Randi admita la realidad del fenómeno, lo cual es doble trampa y contradicción entre las reglas de la propia fundación. Pero el tema de hoy no es el reto fraudulento, no señor@s, perros, gatos y golondrinas. Son las acusaciones de que Randi sea un posible pedofilo o un pederasta. Un pedofilo implica violación de niños, un pederasta que tiene gusto por los infantes. 






Una somera revisión de las webs pseudoescépticas basta para dar cuenta de que los pseudoescépticos consideran a Randi como una super estrella incuestionable. Las principales multinacionales del pseudoescepticismo lo han traído a España para impartir cursos de risitas. Y como el que no quiere la Universidad de Deusto lo ha patrocinado donde tienen a su mentora Helena Matute, o no digamos el diario ELCORREO periódico donde trabaja el muy cuestionable Luis Alfonso Gámez. 







Sex phone
Hace unos años se acusó a Randi de solicitar por teléfono sexo a niños. Uri Geller fue el primero en acusarlo. Para los que no saben quién es Geller, se trata una persona que dice poder doblar las cucharas con la mente. Randi enseñó en televisión que él también puede doblar las cucharas pero no con la mente, lo hizo con los dedos aplicando un poco de calor para hacer más blando el metal. 






En el diario El Mundo, Javier Cavanilles defiende a Randi
"He seguido su trayectoria, los ataques furibundos de los que ha sido víctima -juicios del payaso de Uri Geller y acusaciones falsas de pederastia incluidas- de las que no sólo salía victorioso, sino reforzado. Por eso hubiera preferido no tener que hablar hoy de él."
La historia típica contada por todos los pseudoescépticos es que Randi fue difamado. La primera vez Randi dijo que las cintas habían sido manipuladas por un ayudante de Geller, Eldon Byrd -supuesto psíquico-. La segunda ocasión cambió la versión diciendo que las citas fueron parte de un ensayo de un operativo policíaco para atrapar a un pedofilo. Para mi mala suerte no hay mucha información de parte de los fans de Randi, y es que siempre repiten cualquiera de las dos versiones. La versión más completa es la de un físico y usuario frecuente de lamentiraestaahifuera que se hace llamar Javier, Javi le dicen con cariño sus amigos. Según en su bitácora, cuenta lo básico de Randi, y lo defiende diciendo que todos los que acusan a Randi de ser un pederasta son personas que buscan lucrar y aprovecharse de la incredulidad. Para muestra de un botón pongo las dos citas: 

"Tanto Randi como su fundación (la James Randi Educational Foundation) y el Comité para la Investigación Escéptica (Comitte for Skeptical Inquiry) del que es cofundador son las bestias negras de psíquicos, charlatanes y sinvergüenzas que se aprovechan de la credulidad (y muchas veces de la desesperación) de la gente. Su labor ha contribuido a desenmascarar a multitud de aprovechados y vividores y fomentar el pensamiento crítico.Pero claro, cuando uno fastidia el negocio de gente de semejante calaña, no puede esperar nada bueno. Por el contrario, lo previsible es que se empleen los trucos más rastreros que se les puedan ocurrir para desprestigiar a quien les estropea un negocio redondo. Y si a esto añadimos que esos negocios implican la fe ciega e irracional y el pensamiento mágico, los ataques no solo vendrán de los estafadores, sino (y esto es una gran ironía de este tipo de situaciones) de los propios estafados, que se enojan cuando se atacan sus creencias.En el caso de Randi, estos ataques han venido de múltiples sitios y han tenido diferentes formas, desde demandas judiciales hasta difamaciones personales, cayendo tan bajo como acusarle de pederasta y abusador de menores."



Y "Javi" continua su defensa con que las acusaciones de pederasta son falsas:


"Siendo ya un afamado escéptico y desenmascarador de fraudes, Randi fue entrevistado para la revista The Twilight Magazine. En esta entrevista afirmó que Eldon Byrd, un socio de Uri Geller, había estado en la cárcel por abuso de menores. Byrd demandó a Randi por difamación, pidiendo treinta millones de dólares por "angustia mental" y "sufrimiento" y fueron a juicio. Durante el juicio, el abogado de Byrd presentó como pruebas unas cintas en las que Randi supuestamente tenía conversaciones explícitas con unos menores. Randi explicó en el juicio (y bastantes veces después) que las cintas se habían grabado a petición de la policía y la compañía de teléfonos para localizar y obtener pruebas contra unos niñatos que estaban realizando llamadas obscenas a su casa.Finalmente, durante el juicio quedó claro que Byrd sí que había sido detenido por posesión de pornografía infantil con intención de distribuirla y había confesado haber mantenido  relaciones sexuales con una menor bajo su custodia. Sin embargo había llegado a un acuerdo con la fiscalía y a cambio de su confesión, se le redujo la pena y no llegó a entrar en prisión. Por lo tanto, la afirmación de Randi de que Byrd había estado en la cárcel por abuso de menores era técnicamente falsa. El jurado le encontró culpable de difamación pero, dadas las circunstancias, le condenaron a pagar a Byrd exáctamente $0 (cero dólares).Sin embargo, el mal ya estaba hecho, y las acusaciones de pederastia contra Randi proliferaron por parte tanto de los estafadores que se sentían atacados por sus investigaciones, como de los seguidores de todo tipo de fenómenos paranormales. Alguna vez Randi llegó a demandar a quien realizaba tales acusaciones, pero el fallecimiento del demandado impidió que hubiera ninguna sentencia."

Normalmente los pseudoescépticos dicen que todas las acusaciones contra Randi son falsas. El extremo de Javi es el siguiente: si criticas a Randi entonces eres un embustero que busca lucrar. Javi tiene la coartada perfecta para que nadie pueda cuestionar sus creencia a riesgo de ser tachado de una persona malvada y sacacuartos. 

Lo que no te cuentan los pseudoescépticos
Cuando yo leí la versión de Javi me hizo pensar a Eldon Byrd como un simple ayudante de Geller. Lo que Javi no dice es que Byrd era un físico e ingeniero eléctrico, es el mismo que trabajó con Geller. Randi difamó a Byrd inventando que era una abusador de niños. Entonces Byrd demandó por difamación a Randi pidiendo una recompensa de 30 millones de dolares. Byrd ganó el primer juicio.
Años después Randi buscó revancha.

Continuará el próximo mes....

La estafa de la APETP I: los positivistas lógicos y clásicos vuelven a la carga

Los querubines del pseudoescepticismo se alegraron pensando que no volvería, ¡no tan rápido! Puede que algunos de los lectores de este espacio se acuerden de los intentos exitosos para desmontar varios de los bulos y timos de la querida  APETP (Asociación para Proteger a los Enfermos de Terapías Pseudocientíficas). Podríamos hacer unos premios y reírnos de ellos tal como los pseudoescépticos hacen. Los que han seguido el blog se acordarán que vuestro querido lobby promete hacer que todos los practicantes de la homeopatía y otros, aunque sean profesionales titulados, sean perseguidos y tratados como delincuentes. Antes que nada, ¿cuál es la base detrás? 




¿Pseudociencia, dónde?
Muchas de las cosas con las que los pseudoescépticos suelen abusar es la palabra pseudociencia. Tiene mucho impacto emocional, grandes medios de comunicación repiten alegremente que la homeopatía es un tipo de pseudociencia. Mi problema es que cuando busco una definición precisa y suficiente para meter la homeopatía en esa categoría, me ha sido imposible encontrarla. Los grandes maestros del pseudoescépticismo en los medios, exceptuando a Mario Bunge, con suerte conocen un poco el tema. He notado de cerca que la mayoría de pseudoescépticos suelta la palabra de forma mecánica, lo que leen en los medios o en magonia lo repiten sin rechistar. Es un moderno ejemplo de perfecto coco wash.

La APETP -lo reconozco, suena como PET el reciclado del reciclado de la basura de magonia y naukas, se basan en lo mismo-. Tienen una sección donde prometen explicar la definición de Terapía pseudocientífica. Citaré lo primero que aparece:


"Las pseudoterapias, muchas de ellas pseudocientíficas y conocidas también como ‘terapias alternativas‘, ‘complementarias‘ o ‘integrativas‘, son aquellas prácticas que se ofrecen como actos médicos sin haber demostrado científicamente su efectividad"

Hay algo muy interesante en esta supuesta definición, ¡y es que no definen nada! Según estos escépticos de pacotilla, todo lo que no tenga ninguna efectividad demostrada lo ponen con comillas 'alternativa', 'complementaria', 'integrativa' y, sin comillas, pseudocientífica. ¡Sí, señor@s, perros, gatos, loros y peces! 

La realidad es que en la APEPT no aparecen fuentes para esto. Y ese es uno de los grandes problemas. Pero la mayoría de pseudoescépticos huevones -incluidos zientifikos hezeptikos y perdisionistas hezeptikos- no suelen nunca mencionar las definiciones de tales categorías. Según el Instituto Nacional de Salud de los Estados Unidos de Trumpamérica, las definiciones se pueden catalogar de la siguiente manera: 

  • Medicina alternativa: aquella usada en lugar de la medicina ortodoxa, alopática.
  • Medicina complementaria: aquella usada con la medicina ortodoxa.
  • Medicina integrativa: aquella medicina alternativa o complementaria que ha demostrado su eficacia mediante informes o ensayos científicos. 


A partir de las definiciones anteriores, es casi obvio que si tenemos una medicina clasificada como integrativa es porque ha demostrado en alguna medida tener alguna base científica. Una revisión  publicada por la Clínica Mayo y el comentario general a la que apere publicada en la revista JAMA, sitios que por largos años han sistemáticamente publicado comentarios negativos contra la homeopatía, indican que algunas de esas medicinas complementarias tienen un "fuerte" respaldo científico para el manejo de algunos tipos de dolor. Eso sí, las revisiones sólo se enfocaron a revisar los ensayos realizados en trumplandia. Lo que los autores recomiendan es realizar más investigación en aquellas áreas prometedoras e indicaron algunos elementos metodológicos a mejorar. Ninguno de ellos proclama demagogia barata mencionando "pseudociencia". En ninguna parte les llaman "delincuentes", "pseudocientíficos" o "timadores". 

Mientras tanto hezeptikos y catedráticos como José Ramón Alonso, disfrutan de sus cinco minutos de fama defendiendo al lobby de la APETP, usando su autoridad académica para exigir que no se pueda investigar ni enseñar nada de sus objetos de odio. O eso es lo que pone en su pancarta donde alerta de los malvados peligros de esas "pseudociencias".  Y es que hay algo que merece la pena citar del mismo José Ramón, éste señor os viene a decir defiende y no defiende la libertad de expresión. ¿Cuál es su condición?:


"La libertad de expresión es un derecho constitucional y un aspecto clave de la democracia. Pero todas las constituciones, la nuestra también, aclaran que debe hacerse respetando los derechos de las personas; es decir, la libertad de expresión no es una patente de corso para mentir, engañar y timar. La Declaración de los Derechos Humanos deja muy claro el derecho a la vida y el derecho a la salud. El artículo 42 de la Constitución establece:  
  • Se reconoce el derecho a la protección de la salud.
  • Compete a los poderes públicos organizar y tutelar la salud pública a través de medidas preventivas y de las prestaciones y servicios necesarios. La ley establecerá los derechos y deberes de todos al respecto.
  • Los poderes públicos fomentarán la educación sanitaria, la educación física y el deporte
El que colabore con la charla de un farsante donde se difunde información errónea y peligrosa, está incumpliendo en mi opinión los tres apartados del artículo. Si tenemos a un señor con un sobre lleno de estampitas que nos quiere vender ¿eso que hace es libertad de expresión?"
El doctor Ramón viene a decir que es ilegal hacer una charla sobre medicina alt-com-integratia porque se difunde  y vende información "errónea y peligrosa". Pasando esta pequeña intertextualidad, regresemos y continuemos con la página de la APETP:
"Estas falsas terapias representan un gran peligro por varias razones:
  1. Existe el riesgo de que los pacientes abandonen terapias efectivas por prácticas que carecen de valor curativo, y esto puede ocasionar graves problemas de salud e incluso la muerte.
  1. Independientemente del abandono de tratamiento, algunas pseudoterapias pueden tener efectos negativos sobre la salud."
¡Cielos! Parece que ambas, no más bien ambas páginas vienen a decir lo mismo: meter miedo en la población para que nadie use, investigue o tenga curiosidad en leer algo de esas "pseudociencias". Noten ustedes el énfasis que los pseudoescépticos ponen con negrita. ¡Hay peligros¡  ¡riesgo de abandonar terapias efectivas! 
Por esta razón los pseudoescépticos son muy tramposos y usted rara vez le mencionarán las definiciones de medicinas complementarias, alternativas e integrativas. De hacerlo, no tendría mucho sentido, la propia definición de complementaria e integrativa no apoya las tonterías de Juan Ramón o de la APETP, que para el caso el primer doctor hezeptiko colabora alegremente con ellos.
Antes que nada, si yo me enfermo, ¿cuál es la garantía de que usando única y exclusivamente medicina ortodoxa vaya a sanar y curarme el 100% de las veces? Reto a cualquier pseudoescéptico que me responda confiablemente y que publique sus hallazgos en mínimo una revista científica. Cuando demuestre que no sólo yo, Mauricio, sino cualquier persona se curará siempre de cualquier dolencia usando sólo medicina ortodoxa, entonces le doy la cantidad de 500 euros en efectivo a deposito a su cuenta.  Y esta cantidad podría elevarse con el transcurso del tiempo. ¿Usted, doctor José Ramón, no quiere 500 euros fáciles? 

Medicina Basada en la Evidencia (MBE) vs Opinología Basada en Magonia (OBM)
Los pseudoescépticos siempre están repitiendo que si yo abandono un tratamiento basado en la evidencia entonces soy estúpido y me voy a morir. Sabemos desde la estadística que eso podría pasar, lo que nunca nos dicen los seudoescépticos es que eso nos puede pasar con o sin medicina ortodoxa. Otra cosa que nunca les dicen es que algunos análisis han demostrado que la evidencia de la medicina ortodoxa, en el caso de algunos tratamientos, no es tan buena como nos quieren hacer creer. En el 2007 un reporte publicado en el British Medical Journal  demostró que para 2 500 tratamientos de medicina ortodoxa, tan sólo el 13% han demostrado "concluyentemente" -palabrita repetida por los pseudoescépticos sin porder definirla- que sirven mejor que un placebo. El resto de tratamientos varía con rangos de que probablemente funcione, hasta los que no se sabe si funcionan o los que no se ha demostrado que funcionen y hacen más daño.

¿Cómo han reaccionado los pseudoescéptico a esto? El físico Daniel Manzano, un personaje del que ya he mencionado en el blog y no por buena conducta divulgativa, escribió una queja diciendo que algo estaba mal, que era una distorsión adrede. Basta ver que el tener un doctorado en física no te quita la estupidez. Por ejemplo, Manzano pone:
"El tal estudio está realizado por Clinical Evidence, pero no encuentro que haya sido publicado en una revista con revisión por pares, y su web no indica la metodología usada. Por este motivo hay que ser cautos con los resultados, ya que no sabemos bien de donde salen. "
... 
"El 11% de los tratamientos son clasificados como "benefitial" (beneficioso), pero el 24% son clasificados como "likely to be benefitial" (probablemente beneficiosos). Esto no se menciona en el artículo del doctor Gervás, y se limita a afirmar que "sólo el 11% tenía demostración indudable de que provocaban más beneficios que daños", cosa no afirmada en el estudio. De hecho, sólo un 3% de los tratamientos fueron clasificados como "likely to be ineffective or harmful" (probablemente ineficientes o dañinos") y un 7% tenía un equilibrio entre beneficios y perjuicios. Además, hay que considerar que la separación entre "benefitial", "likely to be benefitial" y "unknown" es muy difícil de determinar. ¿Por qué no se mencionaron todas estas cosas?"

No se necesita tener un doctorado en física para saber que el BMJ es una revista científica con revisión por pares, algo que a Manzano le costaba menos de un minuto encontrar.  Pero los pseudoescépticos repiten que los ensayos clínicos de la homeopatía no son aceptables porque sugieren que un tratamiento podría ser más eficaz que el placebo, algo de lo que ya he escrito antes. Daniel Manzano se rasga la camiseta defendiendo ese 24% de resultados que probablemente funcionen, a lo que es lo mismo que decir que esos estudios sugieren un resultado positivo. ¿Por qué Manzano aplica un doble estándar y no lo dice? 

APETP, el viejo positivismo de Augusto Comte y el positivismo lógico
Regresemos por segunda vez al tema de la APETP. Advierto que las citas son algo largas, por si usted desea mirar vídeos de gatitos. En la página de la APETP ponen:
1. "Ahora bien, para entender en profundidad qué es una pseudoterapia primero hay que entender cuándo podemos considerar que una terapia ha sido científicamente validada. La palabra ‘ciencia’ proviene del latín y significa ‘conocimiento’, pero a la ciencia no le vale cualquier tipo de conocimiento. En ciencia sólo es aceptado lo que podemos confirmar mediante evidencias científicas, un tipo especial de evidencia que se obtiene mediante el uso de un método fiable de estudio al que denominamos método científico."
2. "Desde un punto de vista científico no pueden ser consideradas como creencias al mismo nivel de fiabilidad la creencia basada en evidencia científica acerca de la estructura de la penicilina; una creencia informal, basada en evidencia interpretativa o informal respecto al argumento futuro de una serie de televisión; o la creencia en las hadas, que no está basada en ningún tipo de evidencia. En el caso de las pseudoterapias estas creencias se basan o bien en evidencia sesgada que no podemos considerar científica, o bien son sostenidas de forma puramente dogmática."
Si usted no lo leyó, no se preocupe que se lo resumo. Los de la APETP vienen a decir que lo que cuenta como evidencia científica es sólo aquellos resultados que se confirmen mediante el método científico. ¿Y cuál es la pseudociencia?:
"En el caso de las pseudoterapias estas creencias se basan o bien en evidencia sesgada que no podemos considerar científica, o bien son sostenidas de forma puramente dogmática."
Permitan reírme de la ingenuidad de estos chicos. Primero sostienen que la pseudociencia no se basa en ningún tipo de evidencia, más adelante dicen que la pseudociencia tiene evidencia pero que es sesgada y que ellos, ¡sí ellos, el gran tribunal de lo legal!, no la pueden considerar como tal porque se basa en una vaga acusación de "evidencia sesgada".  Aquí sólo resta decir que su criterio no dice nada. Ahora vayamos a los puntos restantes:
3. "Por ello, para considerar que la evidencia que sustenta una creencia es científica debemos considerar estas características:
  • Que la creencia sea susceptible de ser confirmada empíricamente y tenga características lógicas que posibiliten la evaluación científica. En este sentido, las dos características más relevantes es que no se trate de una idea de tipo metafísico -es decir, que las consecuencias de su validez o invalidez puedan ser captadas por los sentidos- y que pueda ser tanto confirmada como disconfirmada -es decir, que la hipótesis pueda ser tanto correcta como incorrecta.
  • Que el método que empleemos para contrastar la validez de nuestra hipótesis sea un método científico. Un método será científico siempre que sea capaz de obtener evidencia científica. Y será capaz de obtener este tipo de evidencia siempre que (1) sea un método reglado y empírico, (2) no esté afectado por sesgos y falacias y (3) garantice todos sus pasos, ya sea asegurando la reproducibilidad del proceso, ya sea registrando debidamente todos los datos. Un método científico, al fin y al cabo, se encarga de reducir al mínimo la posibilidad de fraude o de error humano.
  • La evidencia que obtenemos al emplear este método es objetiva. Se trata de un hecho objetivo que hace que aumente la probabilidad de que nuestra creencia sea la mejor solución disponible para el problema que tratamos de solucionar. Aunque la evidencia es objetiva su evaluación puede depender del contexto, y en contextos sanitarios siempre se requiere de la cantidad más alta de evidencia para considerar una creencia como válida. En este sentido, siempre que algo esté científicamente avalado en contextos sanitarios es porque estamos muy seguros de que dicha práctica es la mejor solución disponible -porque en el futuro puede haber otra mejor."

Dicen en la APETP que nada puede ser considerado científico si se basa en una idea de tipo metafísica ¿cita? ninguna. Una de tantas cosas que he leído sobre los pseudoescépticos es que ellos siempre niegan que les llamen positivistas, quieren que les digan cientificistas, según la acepción de Mario Bunge, que viene a decir que un positivista es el que se basa únicamente y siempre en las mejores evidencias científicas, aunque en el caso de 2 500 tratamientos sea el 13% (¡tsss!). El pseudoescéptico promedio no tiene idea de qué demonios es. Hace muchos años el filósofo positivista Rudolf Carnap escribió un pequeño ensayo llamado La superación de la metafísica mediante el análisis lógico del lenguaje.(1) En éste, Carnap defendió la posición de que la metafísica carece  de sentido y de lógica porque son "pseudoproposiciones". Para el buen amigo Carnap, toda cuestión que no pudiera medirse objetivamente o describirse mediante conceptos utilizando la lógica era un asunto metafísico sin valor y estéril.  Carnap decía que la única forma de valorar que una proposición tenía sentido era simplemente con que se usará el método de verificación. El positivismo clásico, anterior al positivismo lógico de Carnapa, defendía que sólo existía un método científico tanto para las ciencias naturales como para las ciencias sociales.
Otra de las posturas del positivismo es que el objeto de estudio tenía que ser algo aséptico. Dicho en otras palabras: el positivista clásico dice que hay una separación aséptica entre el sujeto (investigador) y el objeto de estudio (población, sociedad, células) que todo es así. Recordemos lo que ponen en la APEPT:


"Un método será científico siempre que sea capaz de obtener evidencia científica. Y será capaz de obtener este tipo de evidencia siempre que (1) sea un método reglado y empírico, (2) no esté afectado por sesgos y falacias "

En la APEPT son tan ingenuos como para negar su positivismo pero al mismo tiempo lo presumen. Se pavonean de ser unos supuestos científicos libres de cualquier sesgo por arte de magia. No importa que más adelante pongan:


"y en contextos sanitarios siempre se requiere de la cantidad más alta de evidencia para considerar una creencia como válida. "
Y es que esa evidencia en medicina se suele basar en parametros tanto objetivos como subjetivos. Teníamos un 13% de tratamientos "concluyentemente" efectivos y ahora ¿cuántos de esos ensayos se basaron únicamente en parámetros biológicos y medibles sin considerar ningún aspecto social o psicológico? 

¡Ahora sabemos!, repitieron los que cayeron de sus pedestales...
Los de la APETP están tan seguros de sus opiniones que llegan a poner que saben qué es la ciencia:

"Ahora sabemos qué es la ciencia pero, ¿qué es una pseudociencia? Las pseudociencias son afirmaciones o prácticas que son presentadas como científicas pero que no se apoyan en evidencia de este tipo, ya sea porque son metafísicas, porque no usan un método fiable o porque niegan o distorsionan la evidencia de la que disponemos. Es decir, las pseudociencias son cosas que se hacen pasar por ciencia pero que en realidad no lo son."

¡Adios epistemología! Ya tenemos a los nuevos apostoles que dicen saber qué es la ciencia pero no muestran esas maravillosas características, y que siguiendo el positivismo lógico, sin ninguna ambigüedad. Pasan en automático a dar el salto lógico para definir una pseudociencia como algo que es lo que no se apoya en evidencias científicas -of course, después de que ellos definen lo que a su opinión es evidencia científica-, que no usan un método fiables -aunque ese mismo método como el único válido, esté bastante cuestionado-, y que niegan la evidencia o la distorsionan -después de que la misma APETP no se ha posicionado por los fraudes de sus colaboradores Arturo Quirantes o de Helena Matute-

¿Y entonces? 
Los de la APETP concluyen con lo siguiente.
"Un terapia propiamente dicha es todo aquello que tiene efectividad por encima del efecto placebo, y una terapia de primera opción es aquella que está más avalada por estudios de coste-beneficio. "
Estrictamente, y basándome en su definición, los pseudoescépticos de la APETP saben que algunas medicinas complementarias, alternativas o integrativas cumplen cabalmente su definición. Un escéptico honesto sabrá reconocer que hay algo que merece la pena investigar, un pseudoescéptico no cambiará sus posturas y comenzará inventando que los resultados positivos son debidos a un fraude.
Quiero finalizar esta parte con las palabras de un filósofo de la ciencia real, no de fakes o feramongers que no llegan mínimo como amateurs. El Dr en filósofía Carlos Javier Alonso defiende lo siguiente:

La pretensión de alejar el dogmatismo exigiendo para toda afirmación una prueba empírica o argumentativa, se revelará profundamente dogmática si se ha de entender que las únicas formas admisibles de argumentación y de recurso a la experiencia son las científicas. Este hecho más tarde dará lugar a formas de intolerancia respecto a tipos de saber construidos según cánones diferentes al científico. Justamente ése es el caso de los neopositivistas R. Carnap, H. Reichenbach y de estudiosos como W.V. Quine, que propugnaron la «filosofía científica»... Mientras tanto, se habían escrito libros enteros, donde se pretendía exponer una filosofía científica enormemente complicada, sin ningún valor siquiera para la ciencia. El Círculo de Viena como tal se disolvió en 1938 debido a las circunstancias, pero el influjo de sus miembros, emigrados a diversos países, continuó sintiéndose durante mucho tiempo. Aunque algunas de sus ideas fueron modificadas, la orientación básica antimetafísica fue un lastre negativo que ha pesado mucho en la moderna filosofía de la ciencia.(2). p. 119


Referencias
[1] Carnap R. La superación de la metafísica mediante el análisis lógico del lenguaje, (1980).
[2] Alonso C. La agonía del cientificismo, (1999).

miércoles, 21 de septiembre de 2016

Crítica a Carlos Chordá

2014. Originalmente publicado en el blog homeopatiayseudoescepticismo.wordpress.com.

Por zetetic

Introducción

El libro de divulgación Ciencia para Nicolás, editado por la editorial Laetoli, y escrito por el biólogo y Dr. en ciencias Carlos Chordá, tiene nueve capítulos. Los primeros siete se dedican a introducir al lector en algunas nociones básicas de la física, la química, la matemática y la evolución; mientras que en el penúltimo capítulo puntualiza que el escepticismo es necesario para evitar que seamos estafados o engañados por ideas que se hacen pasar como ciencias pero que, según Chordá, son falsas ciencias y pone ejemplos como la astrología, la radiestecia, la criptozoología, la piramidología, el creacionismo, la teoría de los biorritmos, la percepción extrasensorial, el psicoanálisis, la magnetoterapía, la homeopatía, etc. La explicación de la difusión de estas ideas, nos dice su autor, es en parte la incultura científica y el papel que los medios de comunicación tienen en la propagación de este tipo de ideas. El último capítulo es la conclusión del libro donde remarca la importancia del escepticismo como actitud necesaria en la ciencia y la importancia de maravillarse por todos los avances científicos disponibles como lo que están por venir.
Basta mencionar que el libro está claramente influenciado por las obras de divulgación científica como El cerebro de Brocca y El mundo y sus demonios, del finado astrofísico Carl Edward Sagan. El libro de Chordá puede ser considerado una síntesis de las ideas de las obras de Sagan, y una extensión de las mismas a temas como la Homeopatía, tema que Sagan no abordó en ninguno de sus escritos. Sin lugar a dudas, el libro es sencillo, ameno y bien escrito. Sin embargo, hay capítulos donde los argumentos simplemente no se sostienen, vale la pena mencionar que la obra no diferencia entre el escepticismo entendido como una actitud fundamental en las ciencias y sus diferentes corrientes filosóficas del escepticismo, así el llamado “escepticismo científico” es una de estas, que en términos sencillos, es una corriente filosófica de pensamiento reciente que ha sido inaugurada con el nacimiento del Comité para la Investigación Científica de las Afirmaciones de lo Paranormal (CSICOP), y que posteriormente cambiaría su nombre a Comité para la Investigación Escéptica (CSI), corriente influenciada por el neo positivismo lógico de Mario Bunge, Paul Kurtz, John Rayden Maddox, Carl Sagan, Marcello Truzzi (quien posteriormente abandonaría la organización al denunciar la corrupción), entre otros. CSI fue fundamentalmente promovida mediáticamente por Carl Sagan y James Randi.
Primero que nada es necesario saber que Chordá en la página 167 dice que la seudociencia es aquella que no utiliza el método científico, que no demuestra lo que afirma, que omite las pruebas contrarias, que hace uso de conceptos tomados de otras ciencias pero mal empleados, que no explica sus afirmaciones mediante conocimientos anteriores (basados en conocimientos científicos demostrados) y que usa el principio de autoridad. Para justificarlo dice que son varias las fuentes que ha utilizado, aunque no las menciona o las cita. Esto de inmediato nos dice la posición del autor: “la homeopatía es una seudociencia” porque cumple tales puntos.

Análisis

Mi objetivo es analizar críticamente la sección Homeopatía, el agua que todo lo cura, que viene incluido en el capítulo ocho: Incultura científica, simplemente incultura. Vayamos por partes, ya en el primer párrafo se nos dice lo siguiente:
`He elegido como ejemplo la homeopatía, para, utilizando la lógica, demostrarte por qué es una pseudociencia. Y la he elegido, fundamentalmente, por dos razones. La primera es que la mayoría de la gente ni siquiera sospecha que se trata de una pseudociencia. Eso es debido a que los "médicos" homeópatas parecen otros especialistas de medicina más y los vemos en las placas de los portales junto a los dentistas o los ginecólogos. Por cierto, he dudado en poner las comillas a la palabra médico ya que muchos homeópatas son licenciados en medicina, aunque cuando actúan como homeópatas no lo hacen como médicos. Además, en todas las farmacias venden remedios homeopáticos y así lo anuncian en sus escaparates. Todo ello dota a la homeopatía de una gran respetabilidad.´

`En general, cuando converso sobre estos temas muchos se sorprenden o incluso protestan cuando incluyo la radiestesia, la telepatía o el psicoanálisis entre las pseudociencias, lo que no suele suceder con, por ejemplo, la astrología. Esto lleva a la segunda razón: si has leído todo el libro hasta aquí, tienes los conocimientos necesarios para entender la argumentación que desmonta la homeopatía. Todos los datos y afirmaciones que voy a citar los he obtenido de los libros escritos por homeópatas y webs de organizaciones de homeopatía y laboratorios de remedios homeopáticos´

En toda lectura Chordá insiste en que va a demostrar que la homeopatía es una falsa ciencia, aunque el autor no cumple su promesa, demostración que nunca llega. La segunda razón es más interesante y es que para Chordá lo que "desmonta" a la homeopatía es la parte de las diluciones homeopáticas. Pero antes de abordarlo comienza con una crítica hacia el fundador de la homeopatía, Samuel Hahnemann, de quien dice:
`Comencemos por el maestro —así le consideran— Samuel Hahnemann. Influido por la escuela de Viena, donde en la misma época, a caballo entre los siglos XVIII y XIX, surgieron el psicoanálisis y la teoría de los biorritmos, inventó lo que consideró una nueva técnica médica a la que llamaron homeopatía. Hahnemann había comprobado que algunas sustancias extraídas de la naturaleza eran capaces de reproducir los síntomas de distintas enfermedades cuando se administraban a personas sanas. Pero lo que verdaderamente le llamó la atención es que algunas sustancias eran capaces de curar precisamente la misma enfermedad cuyos síntomas imitaba. Así fue con el caso de la quina y el paludismo, lo que investigó en su propio cuerpo. A partir de estas observaciones concluyó que similia similibus curantur, lo que significa en latín que la enfermedad es curada por lo similar.´

Aunque en realidad Hahnemann no inventó la homeopatía tan solo la sistematizó. Ya médicos de muchos años antes habían adoptado algunas de sus postulados sólo que no habían generado una teoría. Hahnemann sólo le dio un giro revolucionario a la homeopatía con el inicio de una aproximación experimental y teórica. Su principio teórico no se fundamenta a partir de una sola experiencia, más bien fue gracias a varios años de estudio y experimentaciones con familiares, amigos y voluntarios que pudo experimentar con otras sustancias tóxicas y no meramente con una sola experiencia[1]. La crítica central es con la manera de preparar los medicamentos homeopatícos, es decir, las llamadas disoluciones en serie que Hahnemann empleaba. Chordá lo expone:
`... en la mayoría de los casos las sustancias utilizadas tenían efecto tóxico, lo que le condujo a diluirlas cada vez más, llegando a lo que se conoce como dosis infinitesimal. Hoy en día los productos homeopáticos se siguen preparando en dosis infinitesimales. Esto consiste en macerar o diluir la sustancia en cuestión en alcohol o en agua, con lo que se obtiene la tintura madre. Posteriormente se mezcla y se agita —se dinamiza, en el lenguaje de los homeópatas— 1cm^3 de la tintura madre con 9 cm^3 de agua destilada, con lo que se obtiene una disolución primera decimal o 1 DH. Se repite el proceso con 1 cm^3 de la sustancia a la 1 DH y 9 cm^3 de agua destilada y se obtiene la disolución segunda decimal o 2 DH, y así sucesivamente, hasta que la sustancia inicial queda extremadamente diluida.
El sistema de dilución decimal es usado por la escuela alemana, mientras que la escuela francesa, más extendida debido a que los principales fabricantes de remedios homeopáticos son de esta nacionalidad, utiliza el de la dilución centesimal. Esta consiste en diluir en cada paso 1 cm 3 con 99 cm 3 de agua destilada. En este caso se habla de 1 CH, 2 CH, etc. Cuando la sustancia es insoluble en agua se pulveriza y se mezcla, según las proporciones indicadas, con productos inocuos como la sacarosa.´
`Los homeópatas afirman que la homeopatía está completamente desprovista de toxicidad, de dosis o de pauta de administración. Si nos equivocamos de remedio, de dosis o de pauta de administración, aseguran, no existe ningún riesgo de causar daño al paciente ... Pues bien, tienen razón; la homeopatía no tiene toxicidad porque realmente no funciona. Sus remedios no tienen ni propiedades curativas ni efectos secundarios. Veamos por qué... Una de las diluciones habituales de Natrum muriaticum [...sal de mesa...] es 30CH... Preparar la disolución 1 CH supone mezclar 1 cm^3 de la tintura madre con 99 cm^3 de agua. Lo que tomamos de la tintura madre es un volumen cien veces menos que el inicial, por lo que contiene la centésima parte de moléculas, que son las que hay en la disolución 1CH. En definitiva, en ésta hay 4 x 10^21 moléculas. Cada disolución sucesiva tiene cien veces menos moléculas que la anterior: la 2 CH tendra 4 x 10^19, la 3 CH 4 x 10^17, y así sucesivamente. 
Siguiendo el razonamiento, la disolución 10 CH será agua con 4.000 moléculas de sal, la 11 CH tendrá 40 moléculas y la 12 CH... 4 x 10^-1, o lo que es lo mismo, 0.4 moléculas. Pero no hay moléculas fraccionarias... 
Los cálculos nos indican que Natrum muriaticum a la 30 CH no tiene ni rastro de Natrum miruaticum´

Un claro equivoco es presentar una parte de la historia y omitir otra, pues mientras Chordá menciona las disoluciones 1DH, 2DH, 1Ch y 2CH, y reconoce que "en definitiva" aún existen a ese grado moléculas de principio activo, más adelante se le olvidan y pasa a concluir de manera casi mágica que la homeopatía es solo agua. La trampa es suponer que la homeopatía son solo diluciones por encima de una 30CH. Con esto es más fácil ridiculizar la homeopatía y presentar al público una versión distorsionada de la misma. También crítica a Hahnemann por no conocer en aquel entonces la teoría atómico molecular y la constante de Avogadro (aún cuando éste mismo no conoció la constante que lleva su nombre), pero para reforzar su ataque al creer erróneamente que la homeopatía solo son las diluciones que no contienen teóricamente nada de principio activo piensa que,
`... no se puede tener un pie en la parte material humana, objeto de la ciencia, y otro en el espíritu, algo ajeno por completo a la medición y falsación que exige la ciencia y desde luego no es asunto de la medicina. Eso es trampa.´

Pero Chordá se olvida de dos cosas, que la medicina no es cosa de solo medir porque se trata con seres humanos que no siempre están sujetos a la mera medición[2], y que aún las disoluciones homeopáticas que teóricamente no tienen principio “activo” han sido estudiados sus efectos en diversos experimentos, desde cultivos celulares, animales de laboratorio, etc [3][4]. Esto refuta el dogma de que no se puede falsar. Pero tampoco con esto Chordá se convencería, pues para él las disoluciones como una 30CH “contradicen la lógica”:
`Otros homeópatas aseguran que el agua tiene "memoria" y recuerda qué sustancias han estado disueltas en ella. Claro que si eso fuera así el agua de lluvia lo curaría absolutamente todo, ya que los océanos, origen de las nubes, atesoran en disolución cualquier sustancia imaginable´

Lo anterior es una falacia, pongamos un ejemplo: Sabemos que un Pen Drive (USB) tiene memoria para almacenar datos según cierta orientación magnética de sus dominios, pero no por eso pensamos que los circuitos de los que está hecho el aparato memoricen el plástico de la carcasa o   cualquier superficie con la cual estén en contacto, por ejemplo al ponerlo en una mesa o agarrarlo. El razonamiento de Chordá, sugiere esto, un razonamiento defectuoso. Entonces, nadie dice que el que el agua tenga memoria implique que ésta tiene que recordar todas las sustancias con las que ha estado disueltas, es muy claro que no hablamos de disoluciones en serie en los océanos. Hablando de disoluciones homeopáticas se sabe que pese al pesimismo de sus críticos, la memoria del agua es un fenómeno real, independientemente de las opiniones que puedan tener sus críticos las pruebas existen[5]. Pero tampoco esto convencerá a Chordá:
`siempre que en laboratorios independientes se han hecho estudios doble ciego sobre la eficacia de cualquier producto homeopático, se acaba encontrando que no tienen un efecto superior al placebo, por lo que se concluye que no son otra cosa que simples placebos. Lo que, teniendo en cuenta su composición, no resulta muy sorprendente´

Así, la trampa está servida. Primero se mutila una parte de la realidad ignorando todo el rango de diluciones homeopáticas con “principio activo” para quedarse con la parte que teóricamente no los tiene, y de ahí, dar el salto "lógico" para concluir que, como no tienen principio activo no pueden tener efecto. Pero como la explicación de la memoria del agua le parece a Chordá algo imposible entonces concluye diciendo que todos los ensayos clínicos "independientes" de la homeopatía demuestran que no sirve para nada. Algo demasiado sospechoso al no aportar ni una referencia, pues según los datos la mayor parte de esos estudios indican un efecto sobre el placebo aún con sus limitaciones metodológicas inherentes [6][7]. Si todos los estudios demostraban que “no tiene efecto superior al placebo”, ¿por qué entonces dice que no se pueden falsar?
Finalmente, descartar los resultados favorables de los ensayos  clínicos o de cualquier otro experimento a favor de la homeopatía bajo el supuesto de que contradicen nuestros  conocimientos científicos, es hacer dogmatismo y no tener un criterio científico [8].
Referencias
[1] Almuina A, Paneque M. Homeopatía. Revista Cubana de Medicina General Integral, 1997.
[2] Cutica I, Mc Vie G, Pravettoni G. Personalised medicine: The cognitive side or patient. European Journal of Internal Medicine2014; 25: 685-88.
[3] Bonamin L, Waisse S. Biology and sign theory: homepathy emerging as a biosemiotic. Journal of Medicine and Person, 2014.
[4] Johnson T, Heather B. Where does homeopathy fit in pharmacy practice? American Journal of Pharmaceutical Education, 2007; 71.
[5] Lovyshev V. Water is a sensor to weak forces including electromagnetic fields of low intensity. Electromagnetic Biology and Medicine, 2005; 24: 449–461.
[6] Rutten L, Mathie R, Manchanda R. Making sense of prior probabilities in research. Trends in Molecular Medicine, 2014; 20: 599-600.
[7] Wassenhoeven M. Scientific framework of homeopathy: Evidence-based Homeopathy. IJHR, 2006; 7: 72-92.
[8] Mattes J. Scientabilität - eine Antwort auf Homöopathie?. ZEFQ, 2014; 108: 229-32.