Ya os he contado casos de pseudoescépticos que engañan, amenazan y unos pocos hacen devoción al terrorismo, todo mezclado en una espiral de charlatanería digna de contar para futuras generaciones. Otros, más en el mundo del espectáculo, gustan del sensacionlismo barato encubierto de "divulgación científica". Antes ya he analizado y desmontando al principal embacuador y principal pseudoperiodista e historiador, Luis Alfonso Gámez. Pero tiene su parte femenina y aluma, la química y pseudoperiodista America Valenzuela. Ésta es más popular que el primero, según Google Trends.
Valenzuela trabaja para RTVE España como "periodista científica" y es columnista de la revista Quo. Lo primero que extraña es que Gámez constantemente la menciona como una fuente fiable y veraz promovida en la sección Ciencia al cubo. Otra de sus mentoras es la matemática Clara Grima, que en otra parte hablaremos más del asunto.
La rumoróloga que califica a otros de timo
En varias notas de prensa, Valenzuela es presentada como autoridad.
En la web Madriz, se le ve expresando su magnífica prosa educativa (modo sarcástico, of course):
"Es fundamental para entender cómo funciona el mundo que nos rodea, para saber qué pasa contigo, cómo influyen los avances en tu vida cotidiana o tu salud. Y para defenderte de timos y falsas creencias como la homeopatía, el reiki o las flores de Bach. ...Hay gente muy flipada que puede terminar teniendo problemas, como aquellos que no siguen tratamientos para sus dolencias porque están tomando homeopatía. Eso es un peligro. El tema de la homeopatía pone de relieve la falta de dedicación de algunos médicos con los pacientes, el tomarse su tiempo para escucharles, investigar un poco sobre su vida personal… Un trato más cercano que va desapareciendo y que es necesario, sobre todo en grandes centros de salud"
En Duendemad:
"Por ejemplo la homeopatía es un timo a voces. No es más que placebo y solo funciona unos meses. Ahí hay una especie de limbo legal. No tiene que pasar los controles que pasan los medicamentos, no tienen que demostrar eficacia y se creó una figura legal para amparar este tipo de producto y que pudiera venderse en las farmacias. Mucha gente piensa que si se venden en las farmacias servirá y a lo mejor estás pagando una pasta por comerte azúcar o beber agua, por no hablar de los que mueren porque dejan su mediación. Yo por ejemplo he hecho dos suicidios homeopáticos. En uno me tomé 40 sedantes homeopáticos. Lo hicimos delante del Instituto Homeopático que está en Alonso Martínez y ahí toda la mañana tomando “pastis” y nada."
En infolibre se explaya argumentando que suicidarse con una tacada de "somníferos" homeopáticos es prueba de que la homeopatía no funciona porque no la sedaron al punto de caer desmayada, lo cual es tan tonto como creer que una tacada de homeopáticos hechos de arsénico ultradiluido deberían causar la muerte. Simplemente absurdo. Otra cosa que no puede pasar desapercibida es el truco de decir que la homeopatía sólo se basa en productos "delirantes":
"Los supuestos elementos curativos de estos productos son delirantes. Podéis tomar pastillas de luz de Saturno, polución, boa constrictor, Tyranosaurus rex, plumas de canario, agujero negro, canto de delfín, caspa humana, muro de Berlín o emanaciones de un televisor. La lista de componentes fantásticos es interminable"
Como os he mostrado, la base de todos los pseudoescépticos es tomar como ejemplo a un fabricante británico Helios Pharmacy, el único que vende ese tipo de remedios. El otro, el canto de delfín aparece ofertado por una empresa que dice vender "frecuencias" del remedio. No entraré por ahora a indagar qué base tienen esos remedios porque no aparecen citados en los libros oficiales de la homeopatía como en los documentos del Consejo Central Europeo de Homeopatía. Me parece muy obtuso pensar que usar plantas, minerales o algunos animales sean "delirantes". Sobre el tema de si funciona, he mostrado que su mentor, Gámez, no es el más indicado para debatir sobre el tema por sus faltas a la ética y su pobre reputación en temas científicos.
Pseudohistoria a la carta
Otra de los apuntes que he realizado es sobre la constante marca de falsa historicidad que los pseudoescépticos suelen hacer. Veamos a la propia Valenzuela:
"La homeopatía la inventó el alemán Samuel Hahnemann a principios del siglo XIX. De acuerdo con su teoría lo similar cura lo similar y por lo tanto se pueden eliminar síntomas usando cantidades diminutas de sustancias que producen un efecto parecido al que se quiere frenar. Según esta creencia, la potencia de la sustancia aumenta cuanto más diluida esté y agitándola con vigor. Su supuesto poder curativo llegará al enfermo a través de la memoria del agua. Y esto ni más ni menos es lo que venden las empresas que fabrican homeopatía: agua. O lactosa, azúcar y algún otro excipiente en el caso de que se presente el producto en forma de pastillas."
Como mostré la semana pasada todos los pseudoescépticos dicen, rezan y juran que la toda la homeopatía es "nada de nada". Pese a sus licenciaturas y doctorados, cuando los tienen, sufren de una fuerte disonancia cognoscitiva. Dicen que si un remedio contiene algo es que no es homeopático, es fitoterápico, o si lo tienen hacen el ridículo como hizo Gámez diciendo que miligramos son "nada de nada".
Si no lo buscó, es que no está demostrado.
Si el circo de Valenzuela no le ha sido suficiente, se vive del cuento contando sus propia historia personal con base a lo dicho por Gámez. La similitud entre los discursos de ambos no debe dejarse de lado:
"Para que toméis perspectiva, una de las diluciones más utilizadas es la que los homeópatas llaman 30CH, que sería una esfera de agua de un diámetro de 150 millones de kilómetros (es decir, la distancia entre la Tierra y el Sol) con una molécula de alguna sustancia disuelta en ella. ¿Es o no es agua? Que ese agua se acuerde de algo y si lo hace, que sea de una molécula en concreto entre todos los compuestos con los que ha entrado en contacto es un supuesto aún por demostrar."
La estupidización de las ciencias consiste en usar el manual Gameziano, hacer que las cosas parezcan ridículas y cuando se hace el ridículo disimular que nada pasó. Esta tontería de que hacer una 30CH requiere una esfera del diámetro de 150 millones de kilómetros sólo sería posible si no se hiciera una dilución en serie. Como no es el caso, resulta absurdo.
Con relación al tema de la memoria del agua, hay un creciente numero de investigaciones realizadas siguiendo el "método científico". Algunos pseudoescépticos saben que existen pero callan y buscan que los propios investigadores no estén enterados de lo que pasa.
Fearmonger profesional
Otra de las cosas básicas de los pseudoescépticos es que difunden miedo aunque digan combatirlo. Valenzuela pone:
"Lo que sí está demostrado es que el único efecto de la homeopatía es el placebo. Es decir, mejora el cuadro de síntomas por sugestión. Pero el efecto placebo es un espejismo. No cura. Solo logra que el enfermo se encuentre un poco mejor durante unos meses si la dolencia no es grave. Si es severa, como un cáncer, es fácil que muera por ausencia de un tratamiento efectivo."
¿Cuál es la evidencia? Hace unos meses el Consejo de Investigación Médica Nacional de Australia, publicó un informe donde concluye que la evidencia de que la homeopatía sea eficaz en condiciones de tratamiento y casos agudos es de baja calidad. La organización no dice que no exista evidencia, dice que es muy limitada. Pero los fearmongers profesionales buscaron distorsionar todo por el poderoso caballero Don dinero.
Pero no todo es culpa de Valenzuela. Un análisis en el que se explica con lujo de detalle cómo es que el comité del gobierno australiano buscó dejar de lado las investigaciones que cumplían la calidad suficiente para ser consideradas evidencias de alta calidad. Una periodista responsable debe tener en cuenta buena cantidad de puntos de vista y no sesgar los resultados, algo que no cumple Valenzuela.
No me gusta la competencia
Otra de las obsesiones de los pseudoescépticos es quitar y prohibir la homeopatía a como de lugar, sin importar los medios para lograr los fines. En este caso vemos a Valenzuela repetir lo siguiente:
"La homeopatía vive en un limbo legal que solo favorece a la industria."
...
Hasta que el tiempo ponga a los timadores en su lugar, los farmacéuticos deberían advertir a los clientes de que los productos homeopáticos no tienen ninguna capacidad curativa. Los hay, con ética, que renuncian a venderlos para no contribuir más a esta ridícula farsa. Bravo por ellos."
Yo no puedo afirmar que toda la homeopatía sea cierta o cure, pero de ahí a decir que toda es una "farsa ridícula" o que los profesionales de la salud que la recetan sean "timadores" es muy, muy exagerado. Es suficiente con señalar que todo el discurso calcado lo sacó de su otro mentor, el abogado Fernando Frías Sánchez, una persona desatacada por su incompetencia en entender la legislación de la homeopatía y los fundamentos de ésta o por ser un cómplice de la calumnia y obtener jugosos dividendos por tener el control de la secta ARP-SAPC, que en un momento tuvo que relativamente "dividir". Creo necesario reproducir el siguiente párrafo de una web donde lo denuncian:
El supuesto abogado Fernando Frias, presidente del Círculo Escéptico, intenta emular los pingues beneficios económicos que su colega de ARP obtiene de los programas de TV, y poco después de la fundación del Circulo Escéptico le veíamos en su primera intervención televisiva. Lamentablemente, y según nos han confesado los responsables del programa TNT, que Fernando Frias consideró el más adecuado para su presentación en sociedad, el presidente del Círculo Escéptico no tenía las tablas del “artista Javier Armentia” y no se le abonaron los 500 euros, que cobraron los otros críticos de Belmez, tema central del programa, que si asistieron a plató. Frias tuvo que contentarse con grabar una tediosa y aburrida declaración en su propio despacho, que finalmente fue desechada, casi íntegramente, porque, según los responsables de TNT “su aburrido discurso no aportaba absolutamente nada propio”. Y encima querría cobrar… Por amortizar los gastos de enviar un cámara y un redactor a la comunidad valenciana, finalmente Tele5 emitió un fragmento (ver foto) del monólogo de Frias, que esta vez no consiguió ni el dinero, ni la propaganda para el CE que buscaba. Sin embargo continuará intentándolo, y pronto veremos a los miembros del nuevo grupo “pseudoescéptico”, segir los lucrativos pasos de Armentia y Ares de Blas. Ser “escéptico” ya es una profesión con futuro.
Vamoh a conspirar
La nueva moda entre los pseudoescépticos es viajar a otros países y ver como se encuentra la homeopatía y otros sistemas terapéuticos. Nadie creería que Valenzuela es otra mercenaria encubierta. Reciente su viaje a México, donde para los que no sabéis la homeopatía está mucho más fuerte que en España, la mercenaria es mandada para "hacer entrevistas" a ver que puede sacar. ¿Cómo se quedarían las autoridades de ese país si se enteran de que los llama "timadores" y "asesinos" o de que es socia de una secta que se caracteriza por la calumnia profesional y el fraude?
Añada usted que Valenzuela tiene otra tendencia muy común entre los pseudoescépticos, que es la defensa de que todos los animales, sin excepción, deben estar encerrados en zoológicos. Páginas varias existen, pero para no aburrir pongo el ejemplo de un pseudoescéptico el cual defiende que los animales no deben estar ya en la naturaleza, que para no sufrir más el mágico zoológico siempre garantiza que todos los animales son sanos y felices porque están alejados de la cadena alimenticia natural, lo cual, según, no repercute en la naturaleza. Es la defensa del transhumanismo ultra capitalista. Podría seguir señalando más similitudes como su constante defensa de los pharmaguys y los biotechguys al estilo José Miguel Mulet Salort, su otro mentor.
Las personas tienen el derecho a exigir, sí evidencia de la homeopatía y criticarla con argumentos, pero también tienen el derecho para exigir contenidos de calidad con periodistas responsables, y no con mercenarios que se presentan como "neutrales" pero que son falsos representantes de la ciencia y el escepticismo. De nuevo, Valenzuela es un caso de que cuando los intereses comerciales, el sensacionalismo y el circo priman, surten como nuevos agentes de la pseudodivulgación no para difundir la cultura científica, sino para difundir lo que a las mafias pseudoescépticas más les interesa según quien les pague más.
Si tienes dudas, pregunta a mi secretaria
Si tienes dudas, pregunta a mi secretaria
Cuando cuestioné a Valenzuela, me manda con Gámez:
El Gámez que me bloqueó por cuestionar su santa palabra del papado pseudoescéptico:
Por lo menos esta América Valenzuela es mas guapa que Mortadelo-Gámez....
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